Vistas de página en total

domingo, 25 de agosto de 2013

Romanticismo

El ser humano es complejo y multifuncional. Somos el resultado de una historia que no sabremos con certeza alguna, para ser concreta, nunca. Historia que se puede interpretar desde un punto de vista matemático o, en su defecto, básicamente estructural. Somos una variedad dentro de la variedad. Así pues, la diversidad en todos los sentidos también se aplica al romanticismo, y no hablo de romanticismo de amor sino del movimiento cultural y político de finales del siglo xviii.

Tomando otro punto de vista, llamémosle a la vida cuerpo y a las personas células, ya que somos multifuncionales, porque somos nosotros los humanos la unidad de mayor tamaño que pueda considerarse viva de nuestra especie. Por esa regla de tres aplicada a la diversidad y a la variedad, deberíamos de tomarnos la vida con filosofía. La filosofía romántica es aquella en la que, desde mi punto de vista, -y aquí expongo mi teoría-, se basa en la libertad de seguir buscando constantemente nuevas formas de vida, puntos de vista, y así sucesivamente incluyendo todo tipo de conceptos desde el dolor hasta el amor. Dicha filosofía se desentiende de los estereotipos y clacisismos, y enfatiza los sentimientos.

El sentimiento de un ser humano es lo más importante que hay que tener en cuenta a la hora de analizar el comportamiento del mismo. Es decir, un ser humano que analiza a otro lo hace a través de sentimientos, y a veces (no siempre) desde una filosofía romántica. Cabe decir que el tener un punto de vista romántico no tiene nada que ver con el amor o similares. Puede construirse en su base, pero no van de la mano. Todo está conectado, unas cosas con otras y todo con todo pero a la vez con nada. Por ese mismo motivo es el que debemos de adoptar ciertos puntos de vista, para así comprender más, aprender más y sentirse día a día mejor. Adoptar una filosofía de vida romántica puede ser mucho más sano y productivo que adoptar una filosofía de vida ignorante. Tendríamos que guiarnos de ese camino al que nos lleva la filosofía romántica, y si es hacia el incorrecto mejor, para así cuantas más veces pasemos por lo incorrecto más preparados llegaremos a lo correcto, con más ganas y más fuerza. Siempre es bueno tener algo presente y es que la perfección no es reina de nada en esta filosofía. La perfección al 100% no existe y jamás lo hara. La simpleza es la mejor perfección, a pesar de formar parte de la complejidad del ser humano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario